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Vamos primero explicar que sucede por dentro:

 El mecanismo de crujido y el sonido resultante son causados por burbujas de cavitación de Dióxido de Carbono que repentinamente colapsan parcialmente dentro de las articulaciones. La Cavitación del líquido sinovial tiene alguna evidencia para apoyarlo. Cuando se realiza una manipulación espinal, la fuerza aplicada separa las superficies articulares de una articulación sinovial completamente encapsulada, que a su vez crea una reducción de la presión dentro de la cavidad articular. En este entorno de baja presión, algunos de los gases que se disuelven en el líquido sinovial (que se encuentran naturalmente en todos los fluidos corporales) abandonan la solución, formando una burbuja o cavidad que se colapsa rápidamente sobre sí misma, lo que provoca un sonido de «clic». Se cree que el contenido de la burbuja de gas resultante es principalmente dióxido de carbono. Los efectos de este proceso permanecerán durante un período de tiempo conocido como el «período refractario», durante el cual la articulación no puede ser «re-crujida», que dura unos veinte minutos, mientras que los gases se reabsorben lentamente en el líquido sinovial. Existe alguna evidencia de que la laxitud del ligamiento puede estar asociada con una mayor tendencia a la Cavitación.

¿Es bueno o Malo?

 

Ni uno ni otro, solo que este crujido debe ser producido de una forma natural y no hacerlo de manera repetitiva para que la articulación vuelva a su estado neutro, y siempre debe ser realizados en zonas con poca movilidad y en algún caso deben ser realizado por profesionales. Un bueno ejemplo de una mala praxis es crujir el cuello, cuando nosotros realizamos el “crach” del cuello estamos crujido una zona hipermóvil y que no hay necesidad de crujirla y con eso bloqueamos más la zona hipomóvil.

 Si hacéis! Intentar no realizar con frecuencia para que esta zona vuelva a normalidad y se siente cualquier bloqueo o dolor debes siempre procurar un profesión. Si te cruje de manera frecuente es una señal de falta de fuerza, movilidad, control motor y falta de hidratación. Si los ruidos vienen acompañados con molestias y/o dolor en algunas articulaciones son signo de algunas patologías, en este caso debes procurar a un médico.

Aconsejase llevar una vida activa y sana, hacer siempre estiramientos y mantenerse siempre hidratados. Mantener una higiene postural, evitar postura mantenidas y cada tiempo mover, haciendo pequeños movimiento articulares para que no produzcan bloqueos en la articulaciones.